20150309_111424Con motivo del Día de la Mujer celebrado el pasado 8 de marzo, nos sentamos a hablar con una de las profesoras e investigadoras que forman parte del Máster en Nuevas Tendencias en Antropología: la doctora Purificación Heras. Además de participar en otros másteres de la universidad, en el MINTAS su docencia está íntimamente ligada con el feminismo, tema del que hablamos en esta entrevista.

¿Qué  valoración haces del Día de la Mujer? ¿Más festivas, reivindicativas?

Ha sido una experiencia muy positiva trabajar conjuntamente desde asociaciones muy diferentes: partidos, sindicatos, asociaciones vecinales de mujeres, gente más joven y otras con una experiencia de formación más política. Con la aportación de Elx pel Dret a Decidir, se plantean categorías diferentes en cuanto a formación, planteamientos… está la experiencia de mujeres que han sido maltratadas y la formación de otras; existe una pedagogía. En lo que respecta a las manifestaciones en Elche, la del 7 es más política, la del 8, la Marxa per Tu, fue más de reivindicar la cotidianeidad de la mujer. No obstante, hemos visto cómo las diferentes organizaciones políticas intentan apropiarse de las reivindicaciones. La igualdad dista mucho de ser transversal.

Respecto a la igualdad y el periodo electoral, se dice que “la igualdad ya se ha conseguido”, y no; se tapan los micromachismos. La igualdad tiene que ver con la igualdad de los sujetos, no sólo con el tema del salario o los roles de tareas, tiene que ver con cómo nos conformamos como sujetos. Por ejemplo, la paternidad es una cuestión de elección y se sigue viendo como una imposición; es opcional, no es una responsabilidad. Desde el coito hasta después, se sigue dejando a la mujer todo el peso (anticonceptivo). La igualdad tiene que ser efectiva en todos los puntos. En este ámbito los hombre tendsrán que tener voz cuando asuman responsabilidad.

En el tema de la sexualidad, además también se le atribuye al hombre el deseo, las únicas competencias de la mujer son el control. También hay más estereotipos, por ejemplo el de las profesiones de la salud, que se enfocan principalmente hacia ellas. En definitiva, es imprescindible formar de otra manera, crear una subjetividad distinta.

Comentabas que ya no es el Día de la Mujer Trabajadora, sino el Día de la Mujer. ¿Por qué se ha cambiado? Máxime si tenemos en cuenta que la diferencia salarial sigue siendo una de las principales discriminaciones que sufren las mujeres.

Sí, pero no es la única pelea. Hay más ámbitos en los que mejorar como el de los cuidados, la reproducción social, las relaciones privadas o el espacio doméstico. Muchas mujeres se ven obligadas a tomar elecciones entre el mundo laboral y el ámbito doméstico; hay una brecha salarial porque hay muchas otras cosas, lo interrelacionamos todo. En este sentido, hay estudios que indican que Los hombres casados y con hijos tienen un mejor puesto de trabajo y mejor nivel de salud. Mientras que para la mujer es negativo tener familia, para los hombres es positivo. Tenemos que dejar de ser “la mujer de, hija de”, para ser alguien autónoma.

Además el primer estructurador social es el sexo. La igualdad está atravesada por cuestiones de clase, etnia, orientaciones… como mujeres compartimos muchos elementos, pero nos diferencian tantos otros. Si pienso en sexo y clase, tengo en cuenta esas interrelaciones, y por encima está la mujer. La clase no plantea todos los problemas que hay.

¿Qué opinas de estos aspectos concretos? En el caso de la desigualdad salarial, la prevención de las agresiones sexuales y otros, ¿se hace lo suficiente desde las instituciones?

La única solución real tiene que ser la formación en igualdad. Construir sujetos con una subjetividad distinta. No es violento un piropo, sino la falta de respeto y la intromisión en la privacidad, para entenderlo hace falta mucha formación. Quiero decir, el asesinato es la forma más extrema de violencia a las mujeres, pero es solo la punta de un iceberg. Es una más de las expresiones del sistema patriarcal. No hay que prevenir la violencia, hay que educar de otra forma. Si no hubiera ese modelo hegemónico, no existirían estas expresiones de violencia. Yo reivindico una política de formación educativo-sexual. Por cierto, desde una ley de 2007, todos los proyectos deben incluir la perspectiva de género y no siempre se cumple.

En cuanto al tema más sensible, el de la Ley del Aborto, ¿qué te parece la última reforma en la que las menores tienen que pedir el consentimiento a sus padres? ¿Cómo les puede afectar esto?

A partir de las 12 años una chica puede elegir no ponerse quimioterapia, es decir, tomar decisiones que afectan a su salud y a su vida. Es incongruente que no pueda decidir sobre su cuerpo.

¿Esta reforma, al igual que la ley de Gallardón, también incide sobre las mujeres más pobres? ¿Abortos clandestinos?

Yo considero que sí, como también está el tema de las mujeres lesbianas. En una consulta de ginecología, es una desvirtuación total de su sexualidad.

Respecto a temas que han tomado forma estos últimos días, ¿vivimos en una sociedad machista? ¿Qué es el micromachismo? ¿Es también un avance que se hable de esto?

Vivimos en una sociedad menos machista que otras, pero todavía machista. La democracia es machista, nuestro sistema político está pensado por y para hombres. También el periodismo es bastante machista y asumimos comportamientos machistas. Hay estudios que revelan que sólo el 12% de los expertos elegidos para programas o reportajes son mujeres. En El Objetivo vimos a un hombre que no tiene ni idea de género hablando sobre el asunto, algo desnaturalizado. Hay asumidos roles y construcciones sociales que no deberían ser así.

Respecto al micromachismo, es un término acuñado por Luis Bonino (un psicoterapeuta de mucha influencia en colectivos de hombres que trabajan sobre el machismo). En nuestra sociedad mucha gente considera que ya está todo resuelto y que esa igualdad ya existe. Esos comportamientos vienen del micromachismo, que se da en situaciones y expresiones más sutiles. A este respecto, el trabajo sobre la subjetividad va mucho más allá de lo micro. Por otra parte, estos días se ha estado hablando mucho de la trilogía de Grey como micromachismo. No es micromachismo; es machismo manifiesto.

En este sentido y desde una perspectiva política y antropológica, entroncando con lo que se da en el máster, ¿cómo se enfoca el Patriarcado?

Lo tratamos en tres asignaturas:

  • Igualdad, género, violencia y exclusión social
  • Vulnerabilidad desde la teoría social del cuerpo
  • Metodologías para la acción

El enfoque es distinto en las tres asignaturas. La de Cuerpo está tamizada por el género. Se refiere al cuerpo más vulnerable, a la incidencia del sexo en cuanto a esa construcción. Aquí existen tres niveles: el cuerpo individual, social y político. Las políticas construyen cuerpos, ahí se expresa la clase. Aquí también damos teorías importantes como el biopoder de Focault.

En Género, vemos cómo funcionan todas las cuestiones concernientes a este. Y en Metodologías hablamos de las experiencias de intervención social en pro de la igualdad.